La última tarde en Marrakech en su famosa plaza Djemma el-Fna, vimos un típico espectaculo de encantadores de serpientes. Enrique con su desparpajo habitual enseguida se acercó a conversar con ellos.
A los 10 minutos El Bouladi, ya nos había invitado a su casa para ver las cobras recien capturadas en el desierto y que nosotros no fuimos capaces ni siquiera de ver.
Enrique y El Boudali con una Cobra. La Cobra tiene colmillos y por lo tanto es mortal en un mordisco.
Después de esta demostración de dominio nos invito a comer con su familia un tajin de cus-cus, un poco picante y sin agua.
El Bouladi contandonos la historia de como esta Vibora fue mordida por un Fenec (Zorro del Desierto)
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